El picual se presenta con un precioso color verde intenso, con tonalidades pistacho. En nariz, es fresco y muy afrutado, con toques cítricos, de aceituna verde, de tomatera, hierbabuena… una delicia. En boca es muy equilibrado y sabroso, y el característico picante de esta variedad se combina a la perfección con un sutil amargor.
En cuanto al arbequino, nos encontramos un brillante color dorado con reflejos verdosos, una fragancia con notas muy frescas frutadas de aceituna, de manzana verde, hierba recién cortada, alcachofa, mientras que en boca tiene notas dulces y recuerdos picantes y amargos, junto con una gran ligereza y equilibrio.
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